viernes, 30 de septiembre de 2011

Dos españoles en Brasil. Joinville 2º día. 3-2-2010

Hoy retomamos la cuestión de la recepción de dinero que dejamos hace bastantes días, en Florianópolis.

Reempredemos nuestro periplo por las instituciones financieras y públicas para dejar solventado el proceso.

Hemos leído y comentado en Sao Francisco do Sul, en los días pasados, una noticia aparecida en un diario de la zona sobre el hecho de que los robos, pero sobre todo los duplicados de tarjetas de crédito han aumentado mucho en Brasil en los últimos meses.

Ese comentario nos lo hicieron ayer también en la propia Joinville. Eso nos ha apresurado a dejar el tema resuelto para el resto de nuestra estancia. Así que ahí vamos.

Localizamos el edificio del Banco do Brasil (oficina central, pues si no, nos van a enviar allí de todas maneras).

Allí nos indican que el primer paso es solicitar el CPF. Se trata de un documento equivalente a nuestro NIF. Si no tienes eso no puedes hacer nada aquí.

El proceso es sencillo: pagas el impuesto correspondiente (2€) y rellenas un cuestionario, este cuestionario es enviado por el banco a la Receita Federal (administración del estado brasileño), en 48 horas te presentas en la R.F. y un o una amable funcionaria te interroga sobre los nombres de tus padres, mientras te mira fijamente a tí y a su monitor y, después, te da un resguardo con los datos, por si lo necesitas, hasta que te envían una tarjeta a tu domicilio o al domicilio que tu pongas como fijo. Eso sí, es imprescindible que tengas un domicilio y lo puedas demostrar. Para eso sólo te hace falta un recibo de luz, agua o telélefono.

Como decía el proceso es sencillo, pero en la práctica, las cosas en Brasil son distintas.

Antes de explicar el proceso, nos encontrábamos en la sede central del Banco do Brasil en Joinville. Como es lógico pensar, dijimos: si hay que pagar, paguemos aquí y una cosa resuelta. Pues no, en esa planta del banco nos dicen que para hacer pagos de la R.F. tenemos que bajar a la planta inferior. Cuando llegamos allí, nos dicen que en esa oficina no se puede hacer, que podemos hacerlo en una oficina que está un poco alejada, pero que, si queremos algo que esté más cerca, podemos ir a otra entidad que se llama CAIXA.

Allá que vamos. La respuesta es que ellos no pueden cobrar impuestos del estado, que tenemos cerca una oficina de correos donde sí podemos hacerlo. Llegamos a la oficina de correos y nos dicen que allí no, porque ellos son una franquicia y no están autorizados. La opción que nos dicen es ir al Banco do Brasil, a la oficina central (de donde veníamos). Le comentamos que ya hemos estado. Aburridos decidimos ir a la R.F. y preguntar allí.

Por fin nos dicen que hay una oficina del Banco do Brasil junto a ellos que cobra el impuesto. Llegamos allí y nos dicen que sí, pero que el horario para cobrar no empieza hasta una hora después.

O sea, que no es tan sencillo. Esperamos que estas informaciones sobre Brasil puedan servir a cualquier otro, que, como nosotros le dé por estar una temporada por estas tierras.

Ante la situación, con el calor que hace hoy también, nos vamos a dar un paseo y a tomar un caldo de caña para refrescarnos.

El caldo de cana, el agua de coco, la cerveza, el café, el guaraná y los refrescos internacionales los tienes en todas partes.

Una impresión del contraste entre edificios que venimos comentando os la puede dar la foto de abajo.




Lo que se ve en primer plano es el tejado de una casa de planta baja y detrás los grandes edificios.

Pero volviendo a lo de antes. Regresamos al banco y en pocos minutos asunto resuelto.

Pasamos al siguiente asunto. Conocer el proceso para que nos hagan una transferencia. En esa sucursal bancaria nos dicen que para eso debemos ir a la sede central del banco. Esa que ya conocemos.

Vamos de vuelta. La señorita que nos atiende nos comenta  de entrada que, si no tenemos cuenta en el banco, no se nos puede hacer una transferencia. Insistimos en que tiene que haber algún proceso mediante el cual se pueda, porque en todas partes del mundo se hace. Ella nos dice que no tiene conocimiento, pero que va a preguntar a una compañera. Esta última es la que nos atiende finalmente. Y sí hay un procedimiento (gracias a Dios, pensamos, hay alguien informado).

El sistema se basa en los convenios de la empresa Western Union con bancos de todo el mundo y en particular con Correos de España. Alguién en España va a la estafeta más cercana pide hacer un envío de dinero por W.U. y, al hacerlo, se genera un código secreto, que vía teléfono, mail o como sea se hace llegar al receptor del dinero. Con ese código, el pasaporte y el CPF  cobras en Brasil. Y se acabó. Así de simple.

Ya veremos dentro de unos días si funciona.

Por cierto, como podeis ver, no todo es carne, chiringuitos y cervecitas.

martes, 27 de septiembre de 2011

Dos españoles en Brasil. Joinville día 1º. 2-2-2010.

Hola a todos.
Hoy empieza el día tranquilo. Nuestro objetivo es tomar contacto y conocer la ciudad por nuestro propio pié sin nadie que nos haga de cicerone. Para eso ya tendremos tiempo.
Luego de levantarnos y volver a mirar la casa de arriba a abajo (ya os contaremos en los próximos días particularidades de las casas brasileñas) y sentir la tranquilidad de un hogar, aunque sea por unos días, nos vamos a la calle.
Nuestra casa está ubicada en un barrio residencial cerca del centro de la ciudad. A unos 300m tenemos una parada de bus. Allí nos plantamos y vamos preguntando a los autobuses que paran si van al centro. Cogemos uno que nos deja en una parada que está junto a la gasolinera donde nos dejó el taxista de S. Frco. la primera vez (y las demás). O sea que sí. Estamos en el centro.
Empezamos a callejear y vemos un área comercial que ocupa unas veinte manzanas de tiendas de todo tipo. Adyacente, la zona de bancos, aunque también hay algunas oficinas diseminadas. Pero nada que ver con la omnipresencia en nuestras ciudades.
Hemos visto dos centros comerciales modernos (pero sólo desde fuera) que ya visitaremos. Hemos estado en la estación de autobuses a comprar algo como un bonobus.
Aquí realmente no es un bono. Te dan una tarjeta electrónica con el número de viajes que quieras comprar y en el autobus tienes un lector de tarjetas que te cobra el viaje. Cuando usas el último se la traga y a comprar otra.
La ciudad se organiza respecto a los autobuses urbanos en cuatro estaciones, que se corresponden con cuatro áreas. Cada área tiene sus líneas de zona. Si  quieres ir de un área a otra de la ciudad debes coger una línea entre estaciones o terminales. Cuando llegas a la otra cambias de línea. Lo bueno que tiene es que funciona como el metro: para acceder a una estación tienes que pagar, pero mientras no dejes el autobus en tu destino final puedes estar cambiando de línea dentro de  estaciones pagando sólo una vez.
En definitiva que los transbordos o cambios de línea te conviene hacerlos en la estaciones, porque no tienes que volver a pagar. El precio de un viaje es de 2,70 reales (1,20€) si lo pagas in situ y de 2,30 reales (0,92€) si lo haces por medio de bono.
Organizándote bien, el bus es barato.
Los autobuses (onibus) son equivalentes a nuestros modelos de hace 10 años pero sin aire acondicionado. Los asientos son tapizados en plástico y no muy anchos. Parecen hechos pensando en que te bajes pronto. Su estado general es bueno y la gente mantiene costumbres de cortesía que abandonó nuestra sociedad hace tiempo: la gente joven cede su asiento a gente mayor, a embarazadas, etc.
En las fotos de abajo podeis ver como son por fuera y por dentro. Si quitas el entorno el modelo trae recuerdos del pasado.






A veces, en este país, tenemos la sensación de saber lo que va a ocurrir a continuación. Me refiero al tema de autobuses: Brasil está en plena efervescencia económica y la siguiente generación de autobuses tendrá mucho que ver con los que tenemos en España ahora.
Siguiendo con este tema, los autobuses tienen sus horarios de parada y por lo visto hoy son muy puntuales, pero sobre todo no llegan y se van de la parada antes de tiempo. Me parece que eso se debe especialmente al hecho de que dentro de sus rutas tienen que pasar obligatoriamente por la estación que les corresponde.
 En otro orden cosas parece ser que no tienen mucho hábito de recibir turistas. Nos hemos dirigido al ayuntamiento (prefeitura) para preguntar dónde había una oficina de turismo.
Al llegar al ayuntamiento (un edificio moderno e impresionante del cual teneis foto debajo) en el mostrador de información nos dicen que tienen que preguntar porque no lo saben. Hacen una llamada de teléfono y después nos dan la dirección  y tel. de la secretaría de turismo.

Salimos del edificio oficial, desde el que se divisa una panorámica parcial de la ciudad y el calor es sofocante. Digo parcial porque la ciuda es muy extensa y desde este punto sólo se divisa el centro.
 


Nos vamos a tomar algo de refresco y comida junto al ayuntamiento, en una especie de bar restaurante que podeis ver aquí abajo.
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Están especializados en bocatas tipo burguer, pero según ellos mejor. Como la prudencia es gratis, pedimos uno a base de vegetales y solomillo. Y nos encontramos esto:
 
La foto no es buena, es un poco bruta, pero refleja la realidad. Un gigantesco y jugoso bocadillo con vegetales y carne para al menos dos personas. Nuestra idea era tomar un tentempié. Pero la realidad es que cuando terminamos de comernos el bocata (por así llamarlo) no teníamos ganas de comer ni allí ni fuera. Por cierto estaba muy bueno. La carne excelente. El precio 4€.
A continuación, dado el calor que hace (estamos a unos 35 grados) y la humedad tan fuerte decidimos irnos a casa a terminar de organizar nuestras cosas.

Dos españoles en Brasil. Adios São Francisco. Hola Joinville.

Salimos de la tranquilidad para sumergirnos en el bullicio de una gran ciudad. Llegamos por medio de nuestro taxista. Que en este caso ha hecho un especial y nos ha traido con todo el equipaje por un plus de 4 reales más (es decir 1,60€ por las maletas). No es lo único barato en este caso.

También el apartamento lo es.

El alquilar un piso en Brasil por un extranjero tiene bastantes dificultades si no tienes relaciones. La primera barrera es que los pisos no se alquilan amueblados. Es decir que no tienen ni cocina, ni frigorífico, ni lavadora, ni camas...

La segunda barrera es la del tiempo que marca la ley, que son contratos de 5 años y está claro que si el visado te permite un máximo de seis meses no contínuos, es bastante difícil que lo puedas cumplir.

La tercera barrera es que tienes que tener un avalista oficial para poder firmar el contrato. Igualmente podeis comprender que eso imposible.

Bueno, pues gracias a nuestros conocidos hemos encontrado un piso estupendo, amueblado con todos los servicos y electrodomesticos por un precio muy bueno y por tiempo indefinido. Bueno sólo definido por nuestra voluntad y por el visado.

El trato consiste en que mientras nosotros queramos estar, pagamos y la dueña se dedica a viajar. Ella encantada y nosotros también.

Por fin podemos deshacer el equipaje completamente, tener estabilidad unos días, aprender portugués y mezclarnos con la gente para conocer sus costumbres y manera de vivir.

Estamos en el sitio adecuado para conocer el polo de desarrollo de este estado, el interior más salvaje y la ciudad de Curitiba, capital del estado de Paraná y uno de los centros culturales más importantes de Brasil. Todo ello con desplazamientos más cortos que los que hemos hecho últimamente.

Llevamos un montón de días sin tener la más mínima relación con la televisión de España.

Ahora, después de estos días, podremos saber algo de la Madre Patria, recordar a nuestros amados políticos, saber como va el futbol y todo eso...

En fin, me voy a tumbar en la cama a ver la televisión un rato y mañana Dios dirá.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Arroz com coelho e caracois. Alicante, Espanha.

Faz mais ou menos duas semanas, com motivo da vendimia na D.O. de Alicante foi convidado pelos proprietarios da vinicola Vinos de Algueña a fazer uma visita nas fazendas e na bodega no momento da vendimia. Este vinhos são como os donos. Auténticos. Orgánicos. Limpos. Com carater forte e encorpados, como o clima da região.

Após a visita, da que vamos daremos um video numa outra postagem, tivimos a grande oportunidade de comer o melhor arroz que eu experimentei na mia vida (certo, não é exagerado).

Um arroz preparado como manda a tradição: pouca grossura, açafrão (auténtico, não cúrcuma, nem corante alimentário), coelho cozinhado previamente, caracois "serranos", fogo de lenha (neste caso de amandoeira, oliveira e vinha) que perfuma o arroz quando está sendo cozinhado.

Algo único. O melhor -repito-.

 Como pode se imaginar a comida foi regada com os vinhos de Algueña. Com um tinto ecológico (sou um apaixonado de esse vinho) de uva Monastrell (a uva da região), com um tinto jovem, Torreviñas Doble Pasta e com um branco e um rosé, também da serie jovem Torreviñas.

Assim que tivimos a oportunidade de comprovar os contrastes do arroz com os diferentes vinhos.

No aperitivo, uma cerveja tipo Pilsen com ovas salgadas de "mújol" (tainha), mojama de atum (lombo salgado, como a copa de porco) e outras delicatessen da região como as olivas de diferentes tipos.


Num outro post falaremos de esses vinhos e das delicatessen experimentadas na região.

Alem de tudo quero dizer uma coisa: este é o segundo post sobre arroz espanhol e o motivo é que em geral a gente conheçe a paella, mas a Espanha do mediterraneo tem muitas outras formas de apresentar o arroz, muito pouco conheçidas mas muito gostosas. Aparentemente semejantes, mas na minha opinião bem diferentes.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Dos españoles en Brasil. São Francisco do Sul. 6º día. Adios al puerto de la tranquilidad.1-02-2010.

 
Hemos hecho un viaje relámpago a Joinville. Hemos visto el apartamento y rápidamente hemos llegado a un acuerdo con la propietaria. Nos vamos a Joinville mañana.
Hoy ha sido un día de pasear por este pueblo encantador donde hemos pasado unos días estupendos. Hemos avanzado en conocer la forma de ser de las gentes de aquí. Hemos empezado a entender el idioma (al menos algo más que hace una semana) y nos hemos librado de los otros habitantes: los mosquitos. Hemos degustado carne y marisco riquisimos. En fin otro trocito de paraíso.

Hemos visto la afición por el dominó, que se juega en lugares públicos.


Hemos comprobado la importancia de la religión, sea la que sea.


Hemos vuelto a comprobar el contraste que da la vegetación con las construcciones, pero con sol.



Hemos visto que una de las aficiones mayores en las zonas de costa para mayores y pequeños es la pesca. Y tienen éxito habitualmente. Aunque como en todas partes los pescadores exageran.



Hasta pronto Sao Francisco do Sul.

Dos españoles en Brasil. São Francisco do Sul. 5º día. 31-01-2010.

 
Las relaciones se multiplican. La realidad es que el pueblo brasileño tiene fama de acogedor y sociable. Pero es mucho más. Aquí las relaciones públicas forman parte de la vida. Pero una parte importante y, eso, para el que llega de fuera, hace las cosas muy fáciles.

Hoy nuestro anfitrión (que está muy bien relacionado socialmente) ha recibido la visita de un amigo. El dueño o uno de los dueños de la cadena de discotecas, salas de fiestas y locales Bali Hai. Que es en Brasil el equivalente a Pachá en España. Hemos tenido el gusto de conocerle y de compartir mesa.

El menú ha sido churrasqueira y la otra mitad de los cangrejos (una enormidad la mitad sola) que no  consumimos ayer, acompañados de suave cerveza brasileira de la marca Brahma.

Por la mañana ha venido a vernos otra amiga brasileña que ha estado viviendo entre España y Brasil muchos años. Vive en Balneario Camboriú y regenta un restaurante. Como todos los brasileños y como todos nuestros conocidos, nos ha cursado su invitación.

Invitación a la que responderemos en el momento que nos sea posible, especialmente después de decidir donde vamos a estar los próximos días.

Hoy hemos podido ver el barco de recreo que transporta viajeros por la Bahía de Babitonga, con paradas en Joinville y Sao Francisco do Sul al menos.



Hay otros más pequeños con aspecto pirata o galeón con recorridos cortos cerca del puerto de la ciudad.
Está haciendo mucho calor. Cuando se van las nubes es calor es muy fuerte.

Y por la noche otra churrasqueira en casa del amigo de nuestro anfitrión que nos invito hace dos días.
Menos mal que ha llovido por la tarde y se ha refrescado el ambiente. La familia que nos ha obsequiado con la churrasqueira nocturna, ha sido muy atenta y ha pasado la velada contándonos aspectos de la vida en Brasil.

La mezcla de la lluvia y la luz en el jardín trasero de su chalet es como se ve abajo.


A todo esto hay que añadir que nuestra prima nos ha avisado de que ha encontrado un piso para nosotros, si queremos estar en Joinville. Así que mañana nos vamos otra vez allí a verlo y tomar una decisión.

Dos españoles en Brasil. São Francisco do Sul. 4º día. Volvemos a Joinville. 30-01-2010.

Hoy podría haber sido un día tranquilo. Pero no, ha sido un día muy movido.

Hemos llegado a Joinville y nos hemos reencontrado con una prima que no veía hace 25 años. Es de origen español aunque vive toda la vida en Brasil.

Primero tenemos que reconocernos. Lo cual hacemos por medio de descripción de la ropa, aspecto en general y el punto exacto de encuentro.

Nos vemos en la estación de autobuses interurbanos de Joinville (que aquí se llaman rodoviarias). El motivo de estar nosotros allí es que necesitamos conocer todas las conexiones de transporte de la ciudad de cara a lo que vamos a hacer los próximos días.

Nos reconocemos, nos recoge y nos vamos. Es el momento de empezar a fijar recuerdos, que en estos casos es lo primero que recompone una relación. El caso es que hablamos y hablamos...hasta que nos dice que qué pensamos hacer, que si vamos a estar en Joinville un tiempo...

En fin nos lleva a comer al restaurante de una amiga que se llama L'antipasti. Italiano, muy bueno.

Tenemos la impresión de que estamos teniendo mucha suerte con el tema gastronómico. El restaurante es de tipo buffet. La calidad estupenda. El precio no lo sabemos porque fuimos invitados.

Después de eso hemos estado hablando de cómo es la ciudad mientras nos la enseñaba en un tour rápido de coche. La impresión es mucho mejor de lo que pensábamos.


Hemos pensado la posibilidad de quedarnos una temporada y, desde aquí conocer el resto del estado. Aquí las comunicaciones son muy buenas con el resto del estado y con otros estados. De hecho está muy cerca de Curitiba (una de las mayores ciudades de Brasil y una de las que mayor oferta y nivel cultural presenta). A unos 100kms.

Nuestra prima va a intentar buscarnos una solución para nuestra estancia en Joinville. Es encantadora.
Aprovechamos para conocer a otro primo que tenemos en la ciudad (sólo un momento porque está trabajando) y quedamos emplazados para vernos otro día.

Nos vamos con ella a comprar cangrejos a un cocedero y, después nos lleva de vuelta a Sao Francisco donde nos comemos junto con nuestro anfitrión la mitad de los cangrejos cocidos. No es igual pero sí muy parecido a comer nécoras.

Después nuestra prima se vuelve a su casa en Joinville. Nosotros a descansar.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Dos españoles en Brasil. São Francisco do Sul. Tercer día. Visita a Joinville. 29-01-2010.

Tal y como decíamos en el post anterior, nos vamos a Joinville en taxi compartido. A la hora en punto fijada (8 de la mañana) el taxi hacía su aparición. Ya venía con otro pasajero y nos montamos y partimos para la city.

La carretera está bien. El viaje es prácticamente sin curvas y llano. Hace buen día y hay mucha visibilidad. tanto el otro viajero como el taxista son amables y simpáticos. El vehículo -un fiat- está bastante nuevo y el conductor se muestra prudente.

La alfombra verde está salpicada de viviendas mejores y peores todo el trayecto. El tráfico es intenso, propio de los accesos a una ciudad importante.

Llegas a Joinville en apenas media hora y la entrada en la ciudad es suave desde el punto de vista visual. Es decir, no te encuentras de pronto con la gran ciudad con sus edificios. Van apareciendo suavemente.
La impresión es la misma que en Florianópolis. Destartalado.

Al llegar a nuestro destino el taxista nos deja en la parada, que es en una gasolinera que hay frente a un gran hotel (4 o 5 estrellas) con un aspecto impresionante.
Frente a él la casa que veis debajo.



Al bajar fijamos la hora de vuelta con el taxista para llegar a comer a Sao Francisco a medio día.
 Además le preguntamos que hacia donde está el centro de la ciudad y nos responde: "señores esto es el centro".

La sensación es muy rara. El contraste con nuestras ciudades es muy grande, cuesta acostumbrarse. Esto es lo que hay. Así es que a buscar.

 Empieza nuestra aventura por el cambio de moneda. Entramos en el gran hotel Blue Tree Towers y preguntamos por el cambio y por los precios de la habitación de hotel. Sobre este último aspecto nos dicen que 186 reales la habitación doble (unos 80€) en un hotel impresionante. Al igual que en Florianópolis mucho más barato que si lo contratas en España.

Sobre el tema del cambio nos dicen que bordeemos la casa de la imagen de arriba y llegaremos a una plaza donde se concentra una gran cantidad de oficinas bancarias.

Al llegar a la primera observamos (algo que no habíamos visto en el Santander en Florianópolis) las estructura de la oficina. Hay una primera sala grande con una gran cantidad de cajeros automáticos donde el público realiza la mayor parte de las operaciones habituales de sacar dinero, pagar recibos, etc. En medio de esa sala hay un vigilante de una empresa que se llama Prosegur (a alguno os sonará) y una mesa de atención al público vacía. Preguntamos al vigilante y nos dice que el no sabe nada, que tenemos que esperar a que vuelva el gestor de la mesa que nos atenderá.

En el centro de esa sala de cajeros hay una puerta circular de seguridad, custodiada por otro vigilante, al que nos acercamos y preguntamos y nos responde lo mismo. Le decimos que queremos entrar y nos dice que no es posible hasta las 11 de la mañana. no entendemos muy bien por qué.

Salimos de esa sucursal al ver que no regresa el gestor después de un rato. Vamos a otra de otro banco y nos encontramos la misma estructura. Pero en este si hay un gestor de atención al público en su puesto de trabajo. Este nos dice que no tienen servicio de cambio. Que debemos ir a la central del Banco do Brasil en Joinville. Está cerca a unos 300m más o menos. Allí nos dicen que hasta las 11 de la mañana no se atiende al público. Preguntamos el motivo y nos lo aclaran: el horario bancario es de 11 a 16 horas.

Pero hay una cola  impresionante y decidimos buscar una alternativa y volvemos a preguntar en el propio banco y un señor amable nos explica que en Brasil no todas las oficinas bancarias están autorizadas a realizar cambio. De hecho muy pocas. Pero que también hay autorizadas agencias de viajes. Cerca de allí hay una autorizada que se llama Adinco.

Allí nos dirigimos casi sin darnos tiempo ni a fijarnos en como es la ciudad. Y sí, por fin podemos cambiar. La agencia de viajes tiene un área como la de un banco, preservada del resto del público donde se realiza cambio conforme a la cotización corriente y cobrando comisiones más bajas que las de un banco español.
Con la misión cumplida decidimos darnos un paseo hasta la hora de regreso (11,30). Se ve  una ciudad dinámica, con mucho movimiento de personas y mucho comercio.

El aspecto general de las tiendas es mejor que el que hemos visto hasta ahora. El aspecto de las calles es sensiblemente mejor que en Florianópolis. Pero sólo hemos visto un poquito.

Volvemos a Sao Francisco. Hoy tenemos comida italo-brasileña para comer. Aquí como en tantos otros sitios la comida italiana está muy introducida.

Por la tarde damos un tranquilo paseo (aquí todo es tranquilo) y nos sentamos en una terraza junto al mar con música en directo y pasamos la tarde charlando.



Más tarde aparece un amigo de nuestro anfitrión que pasa un rato con nosotros y nos invita a todos a cener dos días después en su casa en Sao Francisco do Sul pero en otra zona.

A última hora una familiar  que tengo en Joinville contacta con nosotros para quedar al día siguiente. Volvemos a contactar con nuestro servicio de taxi.

Dos españoles en Brasil. São Francisco do Sul. Segundo día. 28-01-2010.

La noche pasada ha sido totalmente diferente de la anterior. Los mosquitos venían a visitarnos pero no nos atacaban. Por tanto, el descanso ha sido completo. Las noches sin mosquitos son tranquilas en esta ciudad.
Otro factor de riesgo importante para el descanso es el calor, según nos cuentan. Si hace un día soleado y sin viento, las noches pueden ser muy calientes y húmedas.

Lo cierto es que hasta el momento, salvo algunos ratos en Florianópolis, no hemos pasado excesivo calor.



 
Hoy nuestra prioridad era cambiar euros por reales. Así que nos encaminamos a desayunar al mercado municipal: esta mañana hemos probado los pasteles de banana. Aquí los hacen muy buenos.



Después nos vamos a la acera de enfrente a preguntar dónde podemos cambiar. Nos comentan que posiblemente en Correios, que es nuestro Correos. Pues no. En la oficinas de correos no se puede. Ellos nos indican que vayamos a la oficina central del Banco do Brasil.

Allí nos encaminamos, preguntamos y,  nos dicen que ellos no tienen allí servicio de cambio. Nos indican que el único sitio para cambiar en la ciudad es una tienda que hay cerca del mercado municipal.

Llegamos allí, preguntamos y nos dicen que hace ya un año que no tienen el servicio. Bueno, no hemos conseguido nada, pero hemos entrado en contacto con la gente de la calle y empezamos a entender el idioma, que, realmente, si te hablan despacio lo entiendes prácticamente todo. Por otro lado nos dicen que si queremos cambiar euros debemos dirigirnos a Joinville. Allí seguro que nos cambian.

Ante esa situación, decidimos localizar el medio de transporte más cómodo, adecuado y barato para desplazarnos a esa ciudad, lo cual no nos viene nada mal pues dentro de unos días será nuestro próximo destino.

Al final de la avenida marítima hay una parada de taxi. Al acercarnos, antes de preguntar nada ya nos aborda un taxista. Está claro y comprobado por nosotros que turistas europeos en esta zona son raros y el taxista nos ha "cazado" en un tris.

El amable taxista nos pregunta que si necesitamos sus servicios y le comentamos que no en ese momento, pero si para el día siguiente para ir a Joinville y que nos gustaría saber el precio. El amable señor empieza diciéndonos que 140 reales y termina diciendo que 180.

Lo que a nosotros nos huele a chamusquina. Sólo hay tres taxistas en la parada, no se ve movimiento y, la dialéctica para aumentar el precio conforme avanzas en la conversación nos dice: búscate otro.

De manera que decidimos volver a la tienda donde habíamos comprado el móvil y nos comentan que hay un servicio de taxis regular compartido. De primeras, te suena muy raro, pero hemos venido a conocer esto. Nos dan la tarjeta, se lo agradecemos y nos vamos.

Al llegar a nuestra casa se lo comentamos a nuestro anfitrión, quien a su vez lo comenta con su asistente y nos confirman que es un servicio serio. No hacen el favor de llamarlo y citarlo par el día siguiente.
Este tipo de taxi realiza recorridos regulares como los autobuses, tiene paradas y horarios fijos. Casualmente tiene una parada junto a la casa donde nos hospedamos.

Y el precio para el trayecto de 50 kms es de 12 reales (3,60€) por persona. Es decir baratísimo. Decidimos por tanto irnos a Joinville. Para vuestra información, es más barato incluso que el autobus.

El día sigue y ofrecemos a nuestro hospedador hacer una comida española que tanto le gusta: una paella. Sale muy bien pero el arroz disponible aquí no da el mismo resultado. Es vaporizado y no absorve bien todo el caldo  de la paella. Pero queda encantado y pasamos la tarde conversando y aprendiendo cosas sobre Brasil. Lo cual se agradece mucho.

Porla tarde decidimos salir a tomar algo y vamos al restaurante que visitamos el día anterior y probamos los camarones de la zona y, otra vez, riquísimos. Puestos así decidimos probar las caipiriñas. Probamos las de fresas, muy buenas, pero nada que ver con las de Garopaba. Aquí las hacen suavecitas (ellos dicen para turistas) con cachaça de marca conocida incluso en España y con fresas dentro. Realmente las de Garopaba eran especiales. Tengo la impresión de que va a ser inevitable la comparación mientras dure nuestro viaje.




Lyrex. Nunca fiz por mim. A força femenina.

Eu tinha escutado alguma coisas delas no ano passado. Já conheçia o quelas tinham feito. Mas por indicação dum amigo e blogger vou mostrar voçês o que elas estão fazendo agora.

Está certo que elas são técnicamente boas...Força muito femenina. Força garotas!!!

Eu gostaria olhar um show delas em Santa Catarina, porque dizeram para mim que no show elas tem muita força. Estamos esperando voçês.





viernes, 16 de septiembre de 2011

Strato Feelings em Joinville. 27-5-2011

Num dos primeiros post de este blog falamos do show de "Casa das Máquinas". Abrindo o show tivimos uma banda da que não conseguimos boas imagens e infelizmente não tivimos a oportunidade de mostrar, mas como eu falei, eles merecem porque são bons músicos e o seu show de entrada foi muito interessante. Agora conseguei no Youtube imagens daquele show.



martes, 13 de septiembre de 2011

Dos españoles en Brasil. São Francisco do Sul. Primer día. 27-01-2010.

La noche ha sido movida por el ataque de los mosquitos. Ese es un problema que hasta ahora no habíamos tenido. La zona es muy húmeda y la temperatura es mayor que en el Sur. Los mosquitos son más, mayores y mejores en su trabajo. Nosotros estábamos indefensos. Por eso, lo primero que hacemos esta mañana es acercarnos a una farmacia para comprar un repelente de insectos.

Por cierto, ocurre como en Florianópolis: en un tramo de unos trescientos metros hay cinco farmacias.
Justo después de eso, nos acercamos a desayunar al mercado municipal, que, por lo que nos han dicho, es el centro del movimiento de personas.

Esta zona histórica donde nos encontramos es una franja de unos dos kms de longitud y un fondo de unas cuatro manzanas. Aquí se ubican la mayor parte de los comercios, los bancos, las adminitraciones públicas, museos y  bares y restaurantes.

Sao Francisco do Sul es una población dedicada (por lo que se puede observar) al turismo. Pero en esta zona, al igual que nos encontramos en Garopaba, no hay aglomeraciones de ningún tipo.

La ciudad tiene otra ocupación importante para su economía. Fuera de la zona histórica tiene un puerto de mercancías internacional. Más alejado del centro hay varias playas turísticas.

En el mercado hay una serie de comercios tradicionales: una frutería, una barbería a la antigua usanza, dos cafeterías, una carnicería, una pescadería, una tienda de "coloniales", una tienda de souvenirs y un restaurante con música en vivo (algo que por lo vemos es habitual en Brasil).


En el desayuno hemos probado el famoso "caldo de cana" (jugo de caña de azucar) que preparan con piezas congeladas de caña que se introducen por pares con medio limón entre ellas en un aparato que las prensa y deposita el zumo fresquito en un vaso.

Es de lo más agradable, nada dulzón y refrescante. Es una de las cosas más típicas y habituales.
También hemos probado un plato que se llama "açaí na tigela" que se elabora con una fruta tropical (asaí, para nosotros), con bananas y frutos secos. Una delicia.

Después hemos paseado un rato y hemos sacado una fotos.




Ya por la tarde hemos estado visitando comercios por eso de ver y por comprar un teléfono móvil (um celular) para sustituir el gasto de nuestro móvil español por un mucho más barato servicio brasileño (incluso para llamar a España sale mucho más barato).

En general las cosas de electrónica están más caras aquí (por lo visto hasta ahora del orden de un 30%) pero en cambio los servicios de telefónía móvil están alrededor de la mitad.

No así los de internet sin cable que están más o menos igual.
De todas maneras, gracias a nuestro anfitrión, la asociación de empresarios de Sao Francisco nos ha proporcionado una clave para usar su red mientras estamos aquí.

Y además existe un cyber cerca de nuestra casa por si hay algún problema.

Por la tarde no hemos acercado a la zona de embarque de las embarcaciones de recreo para turistas que hay y hemos estado tomando café en unos de los establecimientos, que se llama Portela. El café es bueno y la atención también.


 

lunes, 12 de septiembre de 2011

Dos españoles en Brasil. De Garopaba a São Francisco do Sul. 27-01-2010.

Hecha la despedida de todos nuestros amigos nos disponemos a salir hacia el Norte del estado de Santa Catarina, hacia São Francisco do Sul. A excepción de los dueños del chiringuito y de los dos músicos, los demás regresan a sus lugares de origen.
Nos habíamos planteado de qué manera nos íbamos a desplazar. Llevamos un equipaje grande y para ir al destino podemos hacerlo de varias maneras, pero en realidad se resumen en dos: o bien cogemos un autobus en Garopaba para ir a Florianópolis, de allí coger otro a Joinville y de allí otro a São Francisco y de la estación a la casa de nuestro anfitrión un taxi (con todas las maletas y transbordos de las mismas) o bien cogíamos un taxi que nos llevase directamente de Garopaba a São Francisco do Sul. La diferencia de precio es irrelevante. Así que está claro: taxi. Mucho más cómodo.
El viaje tiene un trayecto de aproximadamente 300kms que hacemos en unas cuatro horas en un vehículo SUV de la marca FIAT, modelo que no se fabrica en Europa, cómodo y prácticamente nuevo. A diferencia de la gente que hemos conocido hasta ahora el taxista no habla casi nada durante todo el trayecto. parece una persona introvertida y con un carácter no muy afable.
Cuando estamos llegando a São Francisco nos dice que el trayecto pactado era hasta la entrada de la ciudad, no al centro histórico, que está más lejos y que eso hay que pagarlo.
Le decimos que sí, puesto que no conocemos donde estamos y con el fin de que prosiga. Y lo hace. Nos lleva con dificultad (lógica pues no es su sitio habitual) y al llegar pretende subir el precio total en un 20% a lo que le decimos (ya en destino) que no, pero pensando en volver a Garopaba en alguna ocasión le aceptamos el 10% de incremento.
No obstante la fechoría, la realidad es que el coste del viaje y, más teniendo en cuenta la comodidad, no es nada caro en comparación con España. El precio final en euros es de 160 para un trayecto de 300kms ida y otros tantos de vuelta.
También nos sirve para saber que hay que tratar directamente con el conductor, no con alguien que no es quien te lleva (su punto de oficina).
El viaje da para mucho. Ver, pensar y hablar (no con el taxista). En Brasil conforme vas hacia el Norte vas hacia el Ecuador y la temperatura asciende. También notas que al pasar a la altura de Florianópolis termina la carretera infernal y comienza autovía. Más o menos en buenas condiciones. En otro momento hablaremos detenidamente de este tema porque aún no tenemos suficiente información como para emitir una opinión segura.
Lo que es cierto es que durante el trayecto hemos pasado junto a centros de población de tipo industrial, con grandes polígonos y una densidad de tráfico mucho mayor que la de los días pasados. Hemos pasado junto a Balneario Camboriú, capital turística del estado.
Desde la autovía la impresión que te da (salvo por la exhuberante vegetación) es que estás llegando a Benidorm. Una ciudad lineal siguiendo la línea de playa y con una gran concentración de rascacielos.
De manera que nos vamos acercando a la Bahía de Babitonga, zona extensísima donde se sitúa São Francisco do Sul, el agua toma protagonismo. Los canales, los rios, la lluvia, el mar, sólo separados por la vegetación.
Al llegar te das cuenta que estás en otro lugar especial.
São Francisco do Sul es una población pequeña (no sé que habitantes puede tener, 20.000 o algo así) con un área muy grande de viviendas de planta baja y un núcleo histórico de pequeña extensión y preservado de la construcción.
Nos ha dicho nuestro anfitrión que se trata de una ciudad de origen colonial y que, por antigüedad, es la tercera de Brasil. Estamos pues viendo parte de los orígenes de este país.
La casa donde estamos es una casa colonial reformada en su interior. De gran extensión y con una distribución moderna. Nos alojan en un apartamento para invitados que está situado al otro lado de la piscina que hay en un patio interior. Con todos los servicios.
Vaya desde aquí nuestro agradecimiento para él y un fuerte abrazo.
El recibimiento se completa con un hermoso churrasco (nunca pensé que hablaría respecto a piezas de carne en términos de belleza, pero eso es lo que pasa) acompañado de un excelente vino argentino de uva malbec.
Todo eso ocurre en el patio de la residencia que está íntegramente construido con materiales andaluces y maderas brasileñas. Una preciosidad.
Un gran contraste: un patio tipo andaluz, una churrasqueira y, al lado, un jamón de jabugo, un asistente de raza negra (simpático y educado a más no poder, un fuerte abrazo para él también), un pintor, dos viajeros, la carne y el vino. Simplemente perfecto.
 Después de comer hemos subido a nuestro apartamento y hemos desecho nuestros equipajes y hemos descansado de la copiosa comida, del viaje y la sobremesa.
Por la tarde hemos salido a dar un paseo.
Nos habían hablado de que la luz en Brasil es distinta. También nos habían hablado de la luz en la Bahía de Babitonga. Abajo teneis una foto tomada al aterdecer.



sábado, 10 de septiembre de 2011

Kasabian and Pulp Fiction.

Extremely well adapted idea from the original film or clip. See that.

Leicester lads Kasabian have produced a blinding track from their new album West Ryder Pauper Asylum with Fast Fuse .. a perfect Quentin Tarantino movie track if ever there was one.



The Monk Project. No Face Album. Maldito. Official videoclip.


Como tinha anunciado este é o videoclipe oficial para Internet da banda The Monk Project. Somente aqui em "O olho do gringo"

Dos españoles en Brasil. Florianópolis dia 3º. 22-01-2010.

Nuestro tercer día en esta ciudad ha sido realmente medio día. Porque hoy nos dirigimos a Garopaba. Unos amigos van a venir en su coche a recogernos y llevarnos a esa zona de la costa, al  Sur de Florianópolis.

Así que, tal y como se perfila el día, nos vamos de tiendas. Tenía que resolver el problema de haber olvidado en España el adaptador de corriente del notebook que llevamos.

He encontrado una tienda de pcs donde me han vendido uno de tipo universal al mismo precio que están en España. Pero ya he aprovechado para ver precios de ordenadores (computadores aquí) y salvo que en otros comercios sea de forma distinta, en general están a un 30% más de precio.


Por lo demás, hemos visitado comercios de ropa por ejemplo. Te encuentras buenas tiendas de ropa y tiendas con buena ropa, pero hay mucho comercio con ropa  tipo mercadillo. La ropa buena es igual de cara que en España. Lo que resalta es que tienen calzado de fabricación brasileña muy bueno.

De todas maneras hay algo que choca mucho: el calzado deportivo es muy caro y además los brasileños de esta ciudad se pirran por llevar unos deportivos caros.

Otro tipo de tienda que abunda es el tipo bazar a lo bestia y las tiendas de chinos. De hecho hay una cadena de tiendas que se llama "Casa China" (slogan las tienda más completa de la ciudad) y otra cadena que se llama Millium (slogan: tenemos de todo).

La ciudad en general te da una sensación de seguridad que no esperábamos.Lo cierto es que en las zonas de mayor movimiento de personas existen cámaras de vigilancia y la presencia de la Policia Militar es abundante y tranquilizadora.

Otra impresión es que esta ciudad como nos habían dicho, al igual que el resto del estado la mayor parte de la población es de origen centroeuropeo.

El resultado es gente con una gran educación a nivel general y con una clara responsabilidad por el trabajo.
Con esto no quiero decir que los del Sur de Europa no lo seamos, vaya por delante, pero lo que es cierto es que ellos tienen una larga tradición en ese sentido.

Estos dos días y medio no dan para mucho, pero volveremos más adelante a terminar de ver que ocurre en esta ciudad en todos los sentidos y a conocer sus playas (que no son más que 47) y a dejar en este blog fotografías de todo ello.

Dos españoles en Brasil. Florianópolis dia 2º. 21-01-2010.

Ayer por la noche, con el cansancio acumulado del viaje decidimos no aventurarnos y descansar.
Nuestra cena fue como un desayuno ligero.
La primera noche en esta ciudad ha sido tranquila y reparadora. Nos hemos despertado como si la hora fuera la española, es decir a las 4,30 de aquí (hay una diferencia horaria de 3 horas de reloj) y claro hemos vuelto a dormir un rato. Lo cual no ha venido nada mal.
A las 6,30 de la mañana ya estaba yo en pie mirando el movimiento de la gente en la calle. Esto también es un contraste: hay vida a las 6,30. A las 7 de la mañana se observa gran cantidad de gente dirigiéndose a su trabajo.
A las 7,30 estábamos desayunando en el hotel con el comedor lleno. Eso nos ha echo pensar que las costumbres  de horarios de aquí son bien distintas a lo que uno espera encontrar en un destino como éste. La impresión es que, salvo algún turista despistado como nosotros, el resto de personas que se hospedan lo hacen por trabajo.
En los desayunos del buffet del hotel encontramos variedad de zumos: de sandía (zumo que gusta mucho a la gente de aquí), de fresas, de naranja, de frutas tropicales (como no podía faltar), gran variedad de tipos de pan (todos buenos si los tuestas, si no, son chicletosos), lo tipico de los desayunos internacionales y abundante repostería a base de coco, chocolate, etc. Muy buena la repostería.

Salimos a la calle con la intención de comprobar cómo es la ciudad, pero sobre todo la gente.

Bueno tenemos que contaros que antes de salir de España (el mismo día de salir) fuimos al consulado de Brasil a hacer una consulta de última hora. Si era o no recomendable llevar encima una cantidad de dinero importante y de no serlo (algo que estaba claro para nosotros) qué opciones teníamos de sacar dinero en Brasil sin contar con el uso de tarjetas. El motivo era simple si llevas poco dinero usas la tarjeta. Pero, si por un casual la pierdes o te la roban ¿qué puedes hacer?
La respuesta de este joven de nacionalidad española fue clara y simple : " No hay ningún problema, si tiene Ud. cuenta en BBVA, Santander, Banesto, etc. va a encontrar una sucursal con facilidad y no va tener ningún problema en operar con su cuenta desde Brasil".
A consecuencia de esto, pensamos que lo primero que teníamos que hacer era localizar un banco español en la ciudad para comprobar la información, puesto que nuestra estancia en Brasil va a ser de tres meses.
Ya paseando vamos preguntando por esos tres bancos españoles: el único que tiene presencia en esta ciudad, con oficinas al público es el Santander. Llegamos a la sucursal que hay en el centro de la ciudad (muy cerca de nuestro hotel, aunque como era el primer día dimos más de una vuelta y pensábamos que estábamos más lejos) y comentamos a un empleado la información recibida en nuestro país.
Nada más lejos de la realidad. Si quieres sacar dinero de un cajero o pagar con una visa no hay problema, pero si quieres sacar dinero de una cuenta de España en Brasil la situación es bien distinta.
Para empezar el Santander de Brasil usa los mismos logos y se llama igual, pero no es la misma entidad bancaria y no hay conexión por cuentas, lo cual hace imposible hacer eso.
Después preguntamos si podíamos abrir una cuenta temporalmente con el pasaporte y realizar una transferencia de una cuenta nuestra en el banco español a nuestra cuenta aquí. Tampoco. Los turistas no pueden tener una cuenta bancaria en Brasil. Por tanto no se puede hacer nada en ese sentido.
Le preguntamos finalmente qué podíamos hacer y nos dijo que fuéramos al Banco do Brasil, que allí nos informarían.
Con las ganas de ver la ciudad decidimos aparcar esa cuestión para otro día, pues aunque es un asunto importante, tampoco era de necesidad en el momento.
De todas formas lo que si es de reseñar es que la atención ha sido diligente, educada y cordial, como cabe esperar en cualquier entidad bancaria.
Hecho esto, nos ponemos a callejear y  damos con una zona aledaña a la de los bancos con un bullicio impresionante. Estábamos metidos en la zona comercial del centro de Florianópolis.
A primera vista te da la impresión de ser una zona como el centro de Torrevieja, Benidorm o Torremolinos hace 20 años. Hemos pasado de los grandes edificios, modernos y acristalados a una zona de edificios bajos, blancos, encalados en algún momento, las calles peatonales empedradas con pequeñas piezas de mármol blanco con dibujos en negro y con mala conservación.



 
Pero mucha gente entrando y saliendo de los comercios, mucha gente por la calle y no se ven bares.  Extraño.



Después de deambular viendo comercios, "shopping centers", farmacias (creo que he visto hoy más farmacias juntas que en toda mi vida) y tiendas tipo "todo a 100", decidimos buscar un bar donde refrescarnos. Ya empieza a hacer mucho calor.



Parece que esto está organizado por zonas. En la zona comercial no hay bares, no hay donde comprar tabaco. Por cierto, se ve muy poca gente fumando.
Nos dicen que por la zona del mercado municipal hay varios bares y hacia allí nos dirigimos.



Efectivamente, uno de los laterales del mercado municipal y un espacio central están dedicados a bares donde puedes disfrutar de la cerveza brasileña y de platos basados en carnes y frutos del mar.
Nos hemos decidido por cervecita y camarones. Cuando me he tomado el segundo trago de cerveza me he acordado de aquella canción de los Toreros Muertos" que se llama "Mi agüita amarilla" , no porque me recuerde a la orina, sino porque es casi agüita amarilla. En resumen no me ha sabido a nada.
No así los camarones. Siempre se habla de que el marisco de esta zona es mucho menos sabroso. Bien, estos estaban riquísimos. Los han hecho rebozados. Parecidos a nuestros caballitos o gambas con gabardina, pero el rebozado es distinto. Es muy crujiente y poco aceitoso. Deliciosos.
Después del aperitivo, damos un paseo en dirección a la zona de los restaurantes y entramos en otro "buffet a quilo".
La situación es la misma del día anterior: excelente comida y excelente precio. Hemos comido de maravilla por 12,5€ dos personas.
Volviendo al hotel me doy cuenta de que estamos rodeados de edificios oficiales. Estamos en la capital administrativa del estado de Santa Catarina.




En el hotel nos comentan que la capital económica es Joinville. Una ciudad mucho más grande donde se concentran las mayores empresas del estado. La capital turística es Balneario  Camboriú.
Supongo que las visitaremos en este tiempo.
¡Ah! se me olvidaba. El café es muy bueno. Pero no hemos visto cafeteras express todavía, ni de cápsulas.

Dos españoles en Brasil. Florianópolis dia 1º. 20-01-2010.

Todo en este país sorprende. Todo.

Al salir del aeropuerto empiezas a ver la vegetación de cerca. Es aún más impresionante. Piensas en las extensas llanuras manchegas secas siempre, en el Mediterráneo y sus secanos y te impacta el contraste. Hay agua por todas partes.

De manera que nos vamos acercando a la ciudad vamos viendo las viviendas de estilo centroeuropeo, como las que puedes ver en Alemania, Austria o Suiza y te parece realmente raro.

La carretera de acceso a la ciudad es parecida a las que había en España hace 15 o 20 años, con una señalización totalmente distinta a la nuestra.

Llegamos a la capital. La primera impresión es muy extraña. La concepción de ciudad al estilo nuestro aquí no existe (es lo primero que pensé).

De pronto te encuentras con una preciosa casa estilo colonial entre dos edificios gigantes típicos del centro de Madrid.



El cableado de electricidad y de telefonía es aéreo, vamos por medio de postes por toda la ciudad.



Lo que pienso es que es muy destartalado.

El taxista nos comenta que  nuestro hotel está en el centro de la ciudad en una de las dos o tres calles más importantes.

Cuando llegamos, igual que nos ocurrió en el aeropuerto de Sao Paulo, la forma de tratar a los visitantes es amable, acogedora y servicial. Un encanto de gente.

El hotel es un equivalente a un tres estrellas español tipo apartamento. Aunque se nota que necesita una renovación está todo bien.

La habitación tiene una saloncito previo con una pequeña cocina, con su frigo y demás. Aire acondicionado de tipo pared con la mitad dentro de la habitación y la otra mitad fuera. Pero funciona. En Brasil el aire acondicionado siempre funciona.

Cuando dejas el taxi y entras en contacto con el ambiente empiezas a notar otra de las diferencias importantes. La temperatura no es excesivamente alta pero la humedad hace que el aire sea espeso espeso. Y empiezas a sudar.




El precio de un apartamento de estos para dos personas cuesta al cambio unos 40€. Aunque a nosotros de entrada habiendo hecho la reserva desde España nos costó el doble.

Así que lo recomendable es hacer la reserva para pocos días en España y después contratar con el propio hotel. O si tienes el contacto, reservar directamente.

Después de descansar unos minutos el cuerpo te pide un aseo inmediato, después de tantas horas de viaje. El baño está bien. Todo lo necesario y limpio.

La habitación-apartamento tiene  dos balcones o "sacadas" (como llaman aquí) con  vistas de casi toda la ciudad.

Cuando te duchas notas la diferencia de agua. Aquí las aguas son muy blandas y cuando te lavas, se nota el cambio en la piel. En ese sentido el agua aquí es muy buena.

De todas maneras con los comentarios de otros viajeros con experiencia no se nos ocurre beberla por el momento.

El hotel tiene un servicio de desayuno buffet estupendo dentro del precio.

Nos vamos a ver la ciudad. Esa impresión de destartalada no sólo se mantiene, se acrecenta cuando salimos del hotel sin una dirección definida. Deambulamos por grandes calles confirmándonos que la manera de entender el urbanismo en España hay que olvidarla aquí.

Florianópolis es la capital del estado, tiene unos 350.000 habitantes y está situada una parte  en el continente y otra en una isla conectada por puentes. Por la forma de concebir el urbanismo es muy extensa. La realidad es que no tienes en ningún momento la sensación de estar o no en el centro.

Ahora ya es mediodía y el calor es realmente fuerte y la sensación unida a la humedad es asfixiante.

A continuación llueve fuertemente y se refresca el ambiente. Así durante todo el día.

Observamos que la gente come en una franja horaria de las 12 a las 2 de la tarde y que los restaurantes están llenos.

Nos decidimos y entramos en uno que está cerca del hotel. Hay un tipo de restaurante que llaman "buffet a quilo". Es un tipo de restaurante en el que comes de todo lo que se te ocurra y te cobran por peso.

Hemos comido un poco de todo: ensaladas, arroz, pasta y carne. ¡Ah! La carne. La carne de vacuno es excelente. La mejor que he comido en mi vida.

Hemos comido dos personas por 28 reales, es decir por 13€ incluida el agua y la cerveza. Esto puede ser el paraíso.