Una de las cosas que nos habían
recomendado visitar, dada nuestra afición a la gastronomía, era el
mercado municipal de alimentación (lo que nosotros llamamos también
plaza de abastos). Y allí nos dirijimos con la intención de
comprobar las bondades y excelencias del archinombrado mercado. La
primera impresión, sinceramente, no fue muy buena. Al ver el
edificio por fuera mi cabeza hizo un gesto automático de "a ver
que es esto", porque por fuera está bastante "pobre".
Lo podeis ver en la foto de abajo
Pasamos el umbral y la impresión, aún
peor...
Así que entramos y...sorpresa: una
maravilla (no arquitectónica). Muchos, muchos establecimientos. La
mayor parte de ellos muy bien en todos los sentidos. La atención
(algo connatural en los brasileños), la presentación de los
productos, el orden, el etiquetado, la apariencia de las tiendas. La
de abajo es una tienda de chocolates.
Podeis ver en la foto siguiente una
enoteca (disculpad la calidad de las fotos, como sabeis son de
móvil).
Como ésta hay unas siete u ocho, una
de ellas muy grande y tan bien presentada como ésta. No la mostramos
porque no nospermitieron hacer fotos, pero os puedo contar que había
vinos de todas partes del mundo, incluidos de España. Otro tanto de
lo mismo pasa con las fruterías, que son estupendas, por la variedad
y la calidad. Y clara está los precios.
Como podeis ver en este expositor de
graneles las tiendas de legumbres, son una delicia. Para el que le
gusten las alubias, Brasil es un paraiso también con sus "feijoas"
de las que me cuentan el el puesto del mercado que hay más de cien
tipos producidos en el país. Y que también tienen de otras partes
del mundo. Vamos que de todo.
No faltan las pescaderías con sus
muchos y variados mariscos que, aunque no son tan sabrosos como los
nuestros, no andan muy lejos por estos lugares (estos no son los
sabores de la zona tropical o ecuatorial, son mucho más sabrosos).
Otra cosa digna de mención, son los
establecimientos regentados por orientales, que están también como
en tantos sitios del mundo. Pero aquí, por el motivo que sea, los
establecimientos de alimentación de este tipo son estupendos (nada
tienen que ver con los que conozco en España o Europa, que salvo muy
pocos, son bastante pobres). Encuentras muchos artículos de calidad,
por ejemplo, té blanco chino (que nada tiene que ver con el
delicioso té blanco japonés, pero está buenísimo). Por cierto
para quien no lo sepa, té en portugués de Brasil se dice "cha".
Yo estuve pidiendo té un buen rato y nadie me entendía. Ni los
chinos.
Ah y no quiero que se me olvide: hay
varias tiendas de encurtidos, que no he visto en otras ciudades y con
aceitunas españolas.Como ésta.
En fin, nos hemos ido porque cerraban,
si no estaríamos aún allí.
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