Junto al mercado nuevo y solamente separados por una calle sin salida de cinco metros de ancha se encuentra el mercado viejo. Su exterior remozado no nos muestra -sin entrar- el corazón colonial que alberga, muy del estilo del de Sao Francisco do Sul, pero no tan antiguo, más dedicado a la artesanía en sus establecimientos y yo diría que, al igual que la ciudad, con más vida. Tanto comercial como de ocio.
Estas fotos del exterior, como las del interior que vienen a continuación, muestran la tranquilidad de los días de trabajo.
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