Hola a todos.
Hoy empieza el día tranquilo. Nuestro objetivo es tomar contacto y conocer la ciudad por nuestro propio pié sin nadie que nos haga de cicerone. Para eso ya tendremos tiempo.
Luego de levantarnos y volver a mirar la casa de arriba a abajo (ya os contaremos en los próximos días particularidades de las casas brasileñas) y sentir la tranquilidad de un hogar, aunque sea por unos días, nos vamos a la calle.
Nuestra casa está ubicada en un barrio residencial cerca del centro de la ciudad. A unos 300m tenemos una parada de bus. Allí nos plantamos y vamos preguntando a los autobuses que paran si van al centro. Cogemos uno que nos deja en una parada que está junto a la gasolinera donde nos dejó el taxista de S. Frco. la primera vez (y las demás). O sea que sí. Estamos en el centro.
Empezamos a callejear y vemos un área comercial que ocupa unas veinte manzanas de tiendas de todo tipo. Adyacente, la zona de bancos, aunque también hay algunas oficinas diseminadas. Pero nada que ver con la omnipresencia en nuestras ciudades.
Hemos visto dos centros comerciales modernos (pero sólo desde fuera) que ya visitaremos. Hemos estado en la estación de autobuses a comprar algo como un bonobus.
Aquí realmente no es un bono. Te dan una tarjeta electrónica con el número de viajes que quieras comprar y en el autobus tienes un lector de tarjetas que te cobra el viaje. Cuando usas el último se la traga y a comprar otra.
La ciudad se organiza respecto a los autobuses urbanos en cuatro estaciones, que se corresponden con cuatro áreas. Cada área tiene sus líneas de zona. Si quieres ir de un área a otra de la ciudad debes coger una línea entre estaciones o terminales. Cuando llegas a la otra cambias de línea. Lo bueno que tiene es que funciona como el metro: para acceder a una estación tienes que pagar, pero mientras no dejes el autobus en tu destino final puedes estar cambiando de línea dentro de estaciones pagando sólo una vez.
En definitiva que los transbordos o cambios de línea te conviene hacerlos en la estaciones, porque no tienes que volver a pagar. El precio de un viaje es de 2,70 reales (1,20€) si lo pagas in situ y de 2,30 reales (0,92€) si lo haces por medio de bono.
Organizándote bien, el bus es barato.
Los autobuses (onibus) son equivalentes a nuestros modelos de hace 10 años pero sin aire acondicionado. Los asientos son tapizados en plástico y no muy anchos. Parecen hechos pensando en que te bajes pronto. Su estado general es bueno y la gente mantiene costumbres de cortesía que abandonó nuestra sociedad hace tiempo: la gente joven cede su asiento a gente mayor, a embarazadas, etc.
En las fotos de abajo podeis ver como son por fuera y por dentro. Si quitas el entorno el modelo trae recuerdos del pasado.
A veces, en este país, tenemos la sensación de saber lo que va a ocurrir a continuación. Me refiero al tema de autobuses: Brasil está en plena efervescencia económica y la siguiente generación de autobuses tendrá mucho que ver con los que tenemos en España ahora.
Siguiendo con este tema, los autobuses tienen sus horarios de parada y por lo visto hoy son muy puntuales, pero sobre todo no llegan y se van de la parada antes de tiempo. Me parece que eso se debe especialmente al hecho de que dentro de sus rutas tienen que pasar obligatoriamente por la estación que les corresponde.
En otro orden cosas parece ser que no tienen mucho hábito de recibir turistas. Nos hemos dirigido al ayuntamiento (prefeitura) para preguntar dónde había una oficina de turismo.
Al llegar al ayuntamiento (un edificio moderno e impresionante del cual teneis foto debajo) en el mostrador de información nos dicen que tienen que preguntar porque no lo saben. Hacen una llamada de teléfono y después nos dan la dirección y tel. de la secretaría de turismo.
Salimos del edificio oficial, desde el que se divisa una panorámica parcial de la ciudad y el calor es sofocante. Digo parcial porque la ciuda es muy extensa y desde este punto sólo se divisa el centro.
Nos vamos a tomar algo de refresco y comida junto al ayuntamiento, en una especie de bar restaurante que podeis ver aquí abajo.
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Están especializados en bocatas tipo burguer, pero según ellos mejor. Como la prudencia es gratis, pedimos uno a base de vegetales y solomillo. Y nos encontramos esto:
La foto no es buena, es un poco bruta, pero refleja la realidad. Un gigantesco y jugoso bocadillo con vegetales y carne para al menos dos personas. Nuestra idea era tomar un tentempié. Pero la realidad es que cuando terminamos de comernos el bocata (por así llamarlo) no teníamos ganas de comer ni allí ni fuera. Por cierto estaba muy bueno. La carne excelente. El precio 4€.
A continuación, dado el calor que hace (estamos a unos 35 grados) y la humedad tan fuerte decidimos irnos a casa a terminar de organizar nuestras cosas.
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