sábado, 17 de septiembre de 2011

Dos españoles en Brasil. São Francisco do Sul. Tercer día. Visita a Joinville. 29-01-2010.

Tal y como decíamos en el post anterior, nos vamos a Joinville en taxi compartido. A la hora en punto fijada (8 de la mañana) el taxi hacía su aparición. Ya venía con otro pasajero y nos montamos y partimos para la city.

La carretera está bien. El viaje es prácticamente sin curvas y llano. Hace buen día y hay mucha visibilidad. tanto el otro viajero como el taxista son amables y simpáticos. El vehículo -un fiat- está bastante nuevo y el conductor se muestra prudente.

La alfombra verde está salpicada de viviendas mejores y peores todo el trayecto. El tráfico es intenso, propio de los accesos a una ciudad importante.

Llegas a Joinville en apenas media hora y la entrada en la ciudad es suave desde el punto de vista visual. Es decir, no te encuentras de pronto con la gran ciudad con sus edificios. Van apareciendo suavemente.
La impresión es la misma que en Florianópolis. Destartalado.

Al llegar a nuestro destino el taxista nos deja en la parada, que es en una gasolinera que hay frente a un gran hotel (4 o 5 estrellas) con un aspecto impresionante.
Frente a él la casa que veis debajo.



Al bajar fijamos la hora de vuelta con el taxista para llegar a comer a Sao Francisco a medio día.
 Además le preguntamos que hacia donde está el centro de la ciudad y nos responde: "señores esto es el centro".

La sensación es muy rara. El contraste con nuestras ciudades es muy grande, cuesta acostumbrarse. Esto es lo que hay. Así es que a buscar.

 Empieza nuestra aventura por el cambio de moneda. Entramos en el gran hotel Blue Tree Towers y preguntamos por el cambio y por los precios de la habitación de hotel. Sobre este último aspecto nos dicen que 186 reales la habitación doble (unos 80€) en un hotel impresionante. Al igual que en Florianópolis mucho más barato que si lo contratas en España.

Sobre el tema del cambio nos dicen que bordeemos la casa de la imagen de arriba y llegaremos a una plaza donde se concentra una gran cantidad de oficinas bancarias.

Al llegar a la primera observamos (algo que no habíamos visto en el Santander en Florianópolis) las estructura de la oficina. Hay una primera sala grande con una gran cantidad de cajeros automáticos donde el público realiza la mayor parte de las operaciones habituales de sacar dinero, pagar recibos, etc. En medio de esa sala hay un vigilante de una empresa que se llama Prosegur (a alguno os sonará) y una mesa de atención al público vacía. Preguntamos al vigilante y nos dice que el no sabe nada, que tenemos que esperar a que vuelva el gestor de la mesa que nos atenderá.

En el centro de esa sala de cajeros hay una puerta circular de seguridad, custodiada por otro vigilante, al que nos acercamos y preguntamos y nos responde lo mismo. Le decimos que queremos entrar y nos dice que no es posible hasta las 11 de la mañana. no entendemos muy bien por qué.

Salimos de esa sucursal al ver que no regresa el gestor después de un rato. Vamos a otra de otro banco y nos encontramos la misma estructura. Pero en este si hay un gestor de atención al público en su puesto de trabajo. Este nos dice que no tienen servicio de cambio. Que debemos ir a la central del Banco do Brasil en Joinville. Está cerca a unos 300m más o menos. Allí nos dicen que hasta las 11 de la mañana no se atiende al público. Preguntamos el motivo y nos lo aclaran: el horario bancario es de 11 a 16 horas.

Pero hay una cola  impresionante y decidimos buscar una alternativa y volvemos a preguntar en el propio banco y un señor amable nos explica que en Brasil no todas las oficinas bancarias están autorizadas a realizar cambio. De hecho muy pocas. Pero que también hay autorizadas agencias de viajes. Cerca de allí hay una autorizada que se llama Adinco.

Allí nos dirigimos casi sin darnos tiempo ni a fijarnos en como es la ciudad. Y sí, por fin podemos cambiar. La agencia de viajes tiene un área como la de un banco, preservada del resto del público donde se realiza cambio conforme a la cotización corriente y cobrando comisiones más bajas que las de un banco español.
Con la misión cumplida decidimos darnos un paseo hasta la hora de regreso (11,30). Se ve  una ciudad dinámica, con mucho movimiento de personas y mucho comercio.

El aspecto general de las tiendas es mejor que el que hemos visto hasta ahora. El aspecto de las calles es sensiblemente mejor que en Florianópolis. Pero sólo hemos visto un poquito.

Volvemos a Sao Francisco. Hoy tenemos comida italo-brasileña para comer. Aquí como en tantos otros sitios la comida italiana está muy introducida.

Por la tarde damos un tranquilo paseo (aquí todo es tranquilo) y nos sentamos en una terraza junto al mar con música en directo y pasamos la tarde charlando.



Más tarde aparece un amigo de nuestro anfitrión que pasa un rato con nosotros y nos invita a todos a cener dos días después en su casa en Sao Francisco do Sul pero en otra zona.

A última hora una familiar  que tengo en Joinville contacta con nosotros para quedar al día siguiente. Volvemos a contactar con nuestro servicio de taxi.

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