martes, 13 de septiembre de 2011

Dos españoles en Brasil. São Francisco do Sul. Primer día. 27-01-2010.

La noche ha sido movida por el ataque de los mosquitos. Ese es un problema que hasta ahora no habíamos tenido. La zona es muy húmeda y la temperatura es mayor que en el Sur. Los mosquitos son más, mayores y mejores en su trabajo. Nosotros estábamos indefensos. Por eso, lo primero que hacemos esta mañana es acercarnos a una farmacia para comprar un repelente de insectos.

Por cierto, ocurre como en Florianópolis: en un tramo de unos trescientos metros hay cinco farmacias.
Justo después de eso, nos acercamos a desayunar al mercado municipal, que, por lo que nos han dicho, es el centro del movimiento de personas.

Esta zona histórica donde nos encontramos es una franja de unos dos kms de longitud y un fondo de unas cuatro manzanas. Aquí se ubican la mayor parte de los comercios, los bancos, las adminitraciones públicas, museos y  bares y restaurantes.

Sao Francisco do Sul es una población dedicada (por lo que se puede observar) al turismo. Pero en esta zona, al igual que nos encontramos en Garopaba, no hay aglomeraciones de ningún tipo.

La ciudad tiene otra ocupación importante para su economía. Fuera de la zona histórica tiene un puerto de mercancías internacional. Más alejado del centro hay varias playas turísticas.

En el mercado hay una serie de comercios tradicionales: una frutería, una barbería a la antigua usanza, dos cafeterías, una carnicería, una pescadería, una tienda de "coloniales", una tienda de souvenirs y un restaurante con música en vivo (algo que por lo vemos es habitual en Brasil).


En el desayuno hemos probado el famoso "caldo de cana" (jugo de caña de azucar) que preparan con piezas congeladas de caña que se introducen por pares con medio limón entre ellas en un aparato que las prensa y deposita el zumo fresquito en un vaso.

Es de lo más agradable, nada dulzón y refrescante. Es una de las cosas más típicas y habituales.
También hemos probado un plato que se llama "açaí na tigela" que se elabora con una fruta tropical (asaí, para nosotros), con bananas y frutos secos. Una delicia.

Después hemos paseado un rato y hemos sacado una fotos.




Ya por la tarde hemos estado visitando comercios por eso de ver y por comprar un teléfono móvil (um celular) para sustituir el gasto de nuestro móvil español por un mucho más barato servicio brasileño (incluso para llamar a España sale mucho más barato).

En general las cosas de electrónica están más caras aquí (por lo visto hasta ahora del orden de un 30%) pero en cambio los servicios de telefónía móvil están alrededor de la mitad.

No así los de internet sin cable que están más o menos igual.
De todas maneras, gracias a nuestro anfitrión, la asociación de empresarios de Sao Francisco nos ha proporcionado una clave para usar su red mientras estamos aquí.

Y además existe un cyber cerca de nuestra casa por si hay algún problema.

Por la tarde no hemos acercado a la zona de embarque de las embarcaciones de recreo para turistas que hay y hemos estado tomando café en unos de los establecimientos, que se llama Portela. El café es bueno y la atención también.


 

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