viernes, 18 de noviembre de 2011

Dos españoles en Brasil. De camino a Campo Alegre 3 (Santa Catarina).

En el propio mirador decidimos tomar un "caldo de cana". No es que todavía no lo hubiéramos probado, es que este punto representa el auténtico caldo hecho a la manera tradicional.

Un profesional del tema espera paciente con su puesto, maquinaria y roulotte junto al mirador, sabedor de que acudiremos como lo hacen las moscas a la miel ( o a los restos de la extracción del caldo, lo que hace que te dejen tranquilo).
Lo que veis debajo es una prensa, donde introducen los trozos de caña de azucar normalmente por pares con medio limón entre ellos. El resultado es el caldo por un lado que va a parar a un recipiente (en este caso una jarra de aluminio que está siendo enfriada previamente en un chorro de agua fria procedente de un manantial aledaño) y, por otro lado la pulpa seca de la caña.


El resultado es algo auténtico y genuino.

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